Los animales saludables proveen alimentos saludables.
La buena salud comienza con una genética de alta calidad, pero muchos otros factores son igualmente importantes tales como agua limpia, nutrición apropiada, adherencia estricta a los protocolos de bioseguridad y, cuando corresponde, medicación. Cada uno de estos factores juega un rol esencial para lograr que las aves alcancen su máximo potencial genético de la manera más eficiente y rentable. El integrador en general proporciona los pollos y el alimento al criador por lo que hay muy poco que el criador puede hacer para mejorar el rendimiento en estas áreas. Sin embargo, la administración de la calidad del agua y la implementación de protocolos de bioseguridad adecuados para minimizar los patógenos que ingresan a la granja o la propagación de los mismos en la granja son cosas en las que el criador puede influenciar para maximizar el rendimiento y mejorar la rentabilidad.
Para poder contar con agua potable de alta calidad, ésta debe estar libre de bacterias y sólidos en suspensión. El uso de un limpiador ácido además de un desinfectante oxidante fuerte es la mejor manera de eliminar y remover las biopelículas que pueden alojar y promover el desarrollo de bacterias que llevan al mal sabor y olor. Los sólidos en suspensión pueden removerse mediante filtrado. El control de la contaminación bacteriana y los sólidos en suspensión también ayuda a la funcionalidad del sistema de almohadillas de células refrigerantes y de los propios bebederos. Las almohadillas de células refrigerantes pueden saturarse con partículas y algas que impiden el flujo de aire a través de las mismas. Los bebederos pueden bloquearse o trabarse quedando parcialmente abiertos lo que lleva a fugas y desechos húmedos. Las tuberías de agua deben limpiarse y desinfectarse antes de poblar el gallinero con aves y luego recibir un tratamiento de mantenimiento mientras que las aves están presentes para asegurar que las tuberías y bebederos permanezcan limpios.
Existen muchos desinfectantes utilizados en agua potable. Probablemente el más conocido y del que más se abusa es la lejía. Es importante notar que todos los desinfectantes en los Estados Unidos están regulados por la Agencia de Protección Ambiental. Cada fabricante debe proporcionar datos a la EPA (por sus siglas en inglés) que respalden la eficacia contra los patógenos en cuestión. La EPA realiza una revisión de los datos y debe aprobar la aplicación para el uso así como los argumentos de eficacia antes de que el fabricante obtenga el registro. Utilizar un producto desinfectante de manera no compatible con su etiquetado es una violación a las leyes federales. La lejía puede ser un desinfectante poderoso cuando se usa bajo condiciones apropiadas, pero no existe un producto de lejía etiquetado para la desinfección de agua potable para gallineros con las aves presentes. Otros productos dicen desinfectar agua potable: agua que ya ha sido tratada previamente como el agua potable municipal. No es lo mismo que el agua de pozo que no ha recibido tratamiento previo a su uso en los hogares. Es muy importante que el administrador de la granja lea y entienda la etiqueta del producto de modo de cumplir con las leyes federales y locales.
Los productos de dióxido de cloro son una buena alternativa a la lejía. El dióxido de cloro es 10 veces más soluble y proporciona 2,6 veces más capacidad oxidante que la lejía, y cuando se administra correctamente, es un desinfectante de amplio espectro eficaz. No clorina materia orgánica ni forma productos secundarios de desinfección halogenada tales como trihalometanos y ácidos haloacéticos, de los cuales se sabe que tienen efectos nocivos en humanos. El dióxido de cloro también es eficaz en un amplio rango de pH y temperaturas.
El dióxido de cloro puede producirse mediante el uso de un generador, por activación en un recipiente o in situ (dentro de la misma tubería). Los generadores pueden ser costosos de instalar y mantener. Los productos sólidos en general comprenden un sistema de dos componentes que consisten en cloruro de sodio estabilizado (un precursor del dióxido de cloro) y un activador ácido. Los productos se mezclan entre sí en un recipiente para su activación por partes y luego se agregan de manera medida en las tuberías mediante un dispensador. La activación puede llevar de 3 a 6 horas en temperaturas de 68ºF a 59ºF (20ºC a 15ºC) que es lo normal del agua corriente. El agua de pozo puede estar más fría, sobre todo en los meses de invierno. La mezcla se realiza en el cuarto previo del gallinero y la activación en recipiente siempre debe realizarse en áreas bien ventiladas para evitar la emisión de gases de dióxido de cloro, que puede ser nociva. Los productos del cloruro de sodio líquido estabilizado también pueden activarse en recipiente y deben mezclarse en áreas bien ventiladas. En todos los casos de activación en recipiente, se recomienda el uso de un respirador aprobado por NIOSH. Otra preocupación durante la mezcla manual de soluciones de cloruro de sodio estabilizado es la posibilidad de derrames. El concentrado derramado, cuando se deja secar, formará cristales que son potencialmente inflamables y que se encenderán con suficiente fricción o la presencia de material orgánico.
Una alternativa más segura a la activación en recipiente es la generación in situ de dióxido de cloro dentro de la tubería de agua para evitar la emisión de gases o el derrame. Anthium Dioxcide® se inyecta directamente desde el contenedor a la tubería de agua y se activa con el limpiador multipropósito sin espuma Acidedge™ y un limpiador de bandejas para realizar una desinfección terminal de las tuberías de agua y eliminar las bacterias causantes del olor y el limo. Esto permite al criador a volver a poblar el gallinero con la confianza que las propias tuberías de agua están limpias. Anthium Dioxcide® entonces se introduce medidamente en la tubería de agua utilizando un sistema de bomba Stenner. Esto permite un máximo control y ajuste de la dosis cuando sea necesario. La bomba Stenner se activa mediante una llave de flujo en la bomba del pozo o un medidor de agua vinculado a un módulo de control de bomba en el gallinero individual. Como esta es una práctica común para acidificar el agua potable para ayudar al control de salmonella, la mezcla de agua ácida y Anthium Dioxcide® en la tubería de agua crea dióxido de cloro bajo condiciones estrictamente controladas minimizando la emisión de gases.
se compromete a entregar químicos basados en la ciencia y sustentables que son fáciles de usar y que han probado ser eficaces para los patógenos que causan enfermedades y afectan la salud y la productividad.
cuenta con una historia de 207 años haciendo la vida mejor, más segura y más saludable.
Beneficios del Dióxido de Cloro
- Actividad antibacterial de amplio espectro
- Eficaz en un amplio rango de pH y temperaturas
Menos corrosiva que el cloro2,6 veces la capacidad oxidante del cloro - No clorina ni forma DBP halogenados
- Control de sabor y olor
- Oxida el hierro, manganeso y sulfuros
- Más eficaz que el cloro y las cloraminas para la inactivación de virus, criptosporidio y giardia
- Química selectiva; no reacciona con amoníaco
- Se implementa fácilmente y se alimenta al sistema
- Residuos fácilmente analizables
- Inactivación de bacterias, protozoos y virus
- Efectiva en costos
- Se degrada a NaCI – cloruro de sodio o sal